Virtud del Mes

1º Básico a IV°Medio

Respeto: “Reconoce el valor de las personas por su dignidad, independientemente de sus condiciones biográficas y del servicio que le prestan”.

El respeto es la virtud que nos ayuda a reconocer en los demás la dignidad propia de ser personas, de igual valor que nosotros, portadores de derechos que son generalmente un deber para los demás. Lo fundamental del respeto es que no se basa en las cualidades de la otra persona ni en el cariño o simpatía que le tengamos, sino en lo que es: una persona.

Algunas personas merecen un respeto especial por la dignidad del cargo o del rol que ocupan: la mamá y el papá que le dieron la vida, los profesores que le ayudan a crecer, las autoridades legítimas de la sociedad civil, las autoridades de la Iglesia, etc.

En los tiempos que corren, en que el valor de la vida y de las personas se ha visto relativizado según las condiciones materiales y las conveniencias de algunos, es importante que nuestros hijos aprendan a respetar profundamente el valor de todas las personas que la vida coloque en su camino, sin importar su condición social, económica ni cultural, y sin mirar el servicio que esas personas puedan prestarle. Así, partiendo del respeto, podremos conseguir que los hijos lleguen a ser generosos y buscar el bien de todas las personas, cual es la Voluntad de Dios inscrita en sus corazones.

Que aprendan a querer a las personas y a usar las cosas, y no al revés.

El respeto a las cosas se justifica por el respeto a las personas, ya sea porque son objetos de su propiedad, porque son bienes de uso común o porque son cosas que deben durar para beneficiar a los que vendrán. En el caso de la Naturaleza, debe ser respetada porque es un bien al servicio de todas las generaciones futuras.

• No hablar mal de nadie.
• No juzgar ni criticar la forma de ser de otras personas, aceptando y respetando su forma de ser.
• Respetar el derecho de los demás a poner atención en clases.
• Respetar las reglas de los juegos.
• Saludar afectuosamente a los padres y tratarlos como corresponde.
• No interrumpir a los hermanos ni a los padres cuando están hablando.
• Interesarse por la vida de quienes nos sirven (saber cuántos hijos tienen, cómo están, si está pasando por algún problema especial, etc.) para que vean en ellos a una persona con una biografía propia y no solamente a alguien que les presta un servicio.
• Poner atención, ser puntuales y cuidar la presentación personal para asistir a la Santa Misa.
• Cuidar las cosas que tienen, ya sean para uso propio o para uso común.
• Respetar las reglas de los juegos.
• Usar un vocabulario adecuado y no permitirse garabatos que rebajan el ambiente de respeto.
• Ayudar a un amigo o compañero en lo que pueda.

La cortesía y buenos modales no están obsoletos: son necesarios para generar las condiciones de una buena convivencia.

Tip: Revise este lista con su hijo y elijan una o dos conductas en las que él debería enfocarse durante este mes. Motívelo usando las ideas del texto. Luego pregúntele cada cierto tiempo cómo le va en este plan de mejora personal. Y por supuesto, darles buen ejemplo.